El municipio de Altea se encuentra situado en la salida natural del valle del Algar-Guadalest, en la costa Mediterránea. Su casco urbano se desarrolla a partir de un tozal enclavado en el centro de una amplia bahía flanqueada, en los extremos, por el morro de Toix y por la Sierra Helada. Esta posición central y estratégica lo convierte en un icono paisajístico de la Costa Blanca.
Sobre esta elevación dominante encontramos el Baluarte y Recinto Renacentista de la Villa de Altea, conjunto histórico declarado Bien de Interés Cultural. Esta acrópolis, posiblemente habitada anteriormente, consolida su hábitat a partir de la construcción de un castillo y de un asentamiento fortificado.
A finales del siglo XVI el término de Altea estaba casi totalmente deshabitado por la inseguridad generada por incursiones de piratas bereberes. En el margen derecho del río Algar, el asentamiento medieval de Bellaguarda había quedado arruinado a principios del siglo XV. Desde mediados de siglo XVI se hace necesaria la mejora del sistema defensivo frente a los ataques piratas.
A mediados de siglo XVI se construye una torre de defensa. Al amparo de esta torre se inicia el proceso repoblador del nuevo lugar de Altea. El marqués de Ariza sufraga la conversión de la torre en el nuevo castillo de Altea y la edificación de nuevas casas. En 1617 el Señor de Altea otorga Carta de poblamiento a los habitantes de la nueva Altea. Así se consolida una nueva villa a la derecha de la desembocadura del río Algar.
El nacimiento del Altea moderna sigue un patrón de asentamiento de carácter defensivo. El nuevo pueblo se desarrolla alrededor de su castillo dotado con un recinto amurallado de nueva planta, lugar de defensa y refugio para una población que aumentará. Posteriormente el pueblo crece fuera de las murallas colonizando las vertientes –les costeres-, hasta llegar a la parte baja cercana a las huertas y a la mar. Se abre una nueva puerta –Portal Nou– en la muralla que conecta el recinto con el arrabal marinero.
El Baluarte y Recinto Renacentista de Altea conserva su trazado fundacional, su estructura viaria interna – calle Mayor, Fondo, …-, las puertas de acceso –Portal Vell y Portal Nou– y fragmentos de los lienzos de muralla –pas de guàrdia y Baluarte. Por su singularidad histórica y arquitectónica fue declarado Bien de Interés Cultural por Decreto 69/2013, de 7 de junio, del Consejo de la Generalitat Valenciana.
Las rutas que presentamos permiten hacer un recorrido por la evolución urbanística e histórica de Altea. Los diferentes itinerarios propuestos confluyen en el recinto amurallado donde podrá comprobar su emplazamiento privilegiado, observar los elementos conservados, así como, imaginar los desaparecidos a lo largo del tiempo. Desde los diferentes puntos de inicio puede recorrer todo el centro urbano en un viaje desde el Altea actual hasta la Altea medieval y la renacentista.
El itinerario comienza en la zona comercial y nos conduce hasta aquella Altea medieval cuando su nombre aún era Bellaguarda y se asentaba en la pequeña colina. Es en este lugar donde hoy se encuentra uno de los arrabales más característicos del actual casco histórico de Altea.
RUTA 2: BALUARD DE LA CASA DE LA SENYORIA
Nos situamos en la Plaza del Convento. Continuando con la ruta, llegamos a los restos del antiguo MOLI DE BELLAGUARDA. Siguiendo por las escaleras, llegaremos al final de esta ruta, el Baluarte de la Casa de la Señoría cuyo espacio ocupa actualmente la Glorieta del Maño.
Iniciamos el itinerario junto al mar, donde la imagen de Sant Pere nos recuerda el origen marinero de Altea. Éste es uno de los arrabales extramuros más populosos de la ciudad, el Arrabal del Mar o de San Pedro, un área de gran importancia demográfica y económica durante el s. XVIII.
Iniciamos la ruta en el conjunto de instalaciones ferroviarias inauguradas en 1914. La construcción del conjunto dio un toque de modernidad a la zona, que albergó los primeros hoteles y fondas conservando ese carácter hasta bien entrado el s.XX. Frente a ellas, L’Hort de la Campaneta, uno de los pocos huertos construidos que perduran del s.XIX.
El Baluarte y Recinto Renacentista de Altea fue declarado Bien de Interés Cultural en 2013. Conserva el trazado fundacional de 1617, con algunas de sus puertas de acceso al recinto fortificado. Se mantienen edificios de la época fundacional y una muy buena arquitectura de los siglos XVIII y XIX.